El Poble sec, que quiere decir el pueblo seco en catalán, se ganó su nombre en los días en los que la zona no tenía acceso al agua. No fue hasta finales del siglo XIX cuando se construyó la primera fuente de la zona y actualmente simboliza una parte importante de la historia de Barcelona. Después de que los habitantes de El Poble-sec tuvieran acceso al agua, la zona empezó a crecer y empezaron a surgir nuevos edificios e inmuebles.
El Poble sec ofrece una impresionante variedad de restaurantes y bares, por lo que, si estás buscando las tapas y los pinchos más baratos de Barcelona, has venido al lugar correcto. Aquí encontrarás puntos de interés como el popular y renombrado Carrer de Blai, una larga calle peatonal llena de pequeños bares y terrazas de pinchos. La zona que abarca El Poble sec y el barrio de vecinos de Sant Antoni, ha sido llamada recientemente el nuevo "barrio gourmet” de Barcelona, gracias a su interesante mezcla de bares de tapas que han pasado de generación en generación y nuevos restaurantes experimentales.
La zona está también repleta de cultura, con teatros y museos, y el más famoso de ellos es «el Molino»: la respuesta de Barcelona al Moulin Rouge. El Molino abrió sus puertas en 1898 y aún ofrece cabaret y espectáculos de primera categoría.
Lo que hace que El Poble sec sea único es su ubicación a los pies del exuberante monte Montjuïc. Además de los verdes jardines y las vistas a 360 grados de Barcelona, Montjuïc también ofrece una gran variedad de actividades para toda la familia. Es una buena idea dar un paseo hacia el Castillo de Montjuïc para disfrutar de un café y de las vistas, o pasar por la Fuente Mágica, que cada noche se ilumina con un majestuoso show de luces y música.
Los inmuebles típicos del Poble sec están ubicados en casas de finales de siglo y tienen unos 60-70 metros cuadrados. El barrio ha aumentado su popularidad en los últimos años, atrayendo compradores locales e internacionales, lo que ha hecho que sea una zona con una maravillosa mezcla de residentes.